miércoles, 28 de marzo de 2012

A ti te busco


 
Regresamos a los 80. En aquellos años, la clase obrera constituía el corazón económico de España. En las fábricas y en los campos de cultivo, las mujeres y los hombres soñaban con paisajes diferentes, lejos del humo y de los dolores de costado. Se veían en lugares tranquilos, realizando trabajos más intelectuales, mejor remunerados y en unas condiciones ventajosas. Allí también pensaban encontrarse con sus hijos. Imaginaban que éstos serían profesores, sanitarios, periodistas, ingenieros, informáticos. Y se tumbaban, felices, sobre el césped de sus sueños con esa convicción. En las siguientes décadas, aquellas fantasías se materializaron. Tanto ellos como nosotros, sus descendientes, hemos gozado -después de muchos sacrificios- de un estado del bienestar. El aroma de la equidad y de la justicia nos embriagaba a todos. Quedaban todavía asignaturas pendientes, deudas que saldar con el pasado... pero la democracia, pese a sus carencias, nos había liberado de la servidumbre y de la enajenación. Hasta ahora. Con la nueva reforma laboral se eclipsa nuestro mundo. Volvemos al miedo y a la incertidumbre. Dejamos de caminar unidos para nadar a oscuras. Por eso debemos secundar la huelga, paralizar la calle. Además, con la reforma, pretenden desterrarnos a la mayoría. Pero no del país. No es un exilio físico el que se nos impone, sino social. Este gobierno quiere restituir un orden alienante, hacer de los trabajadores piezas de precisión de un engranaje. Si no lo paramos, será el fin de las conquistas de la clase media. Volveremos a una ciénaga sin flores, donde nuestra sangre se pierda alimentando ranas.
 

martes, 27 de marzo de 2012

Orden alterno

 Nordenskiöld y el Vega (1886)
Georg von Rosen
                                                                   

Adolf Erik Nordenskiöld se asoma a la cubierta de su ballenero con el ánimo ardiente y con las manos hinchadas, por el frío. A su espalda, veinte hombres introducen carbón en la caldera o embalan los instrumentos geológicos y los minerales que transporta el buque. Ante sus ojos: una frontera flotante, un muro de dos metros que les impide el paso. La arquitectura helada le impone una renuncia; encarcela sus sueños de exploración de la superficie de Groenlandia. Años antes, en otra expedición por el Ártico, el invierno ya lo había retenido en el mar del Norte. Perdió meses de hallazgos, de descubrimientos de minas, de ilusiones que avanzan por túneles estrechos e iluminan su fondo y sus paredes. Pero ahora es más viejo. Y también su barco. La vida se le impone con urgencia. Por eso ha dado la orden de astillar las camas. La hélice del ballenero necesita potencia; la proa, propulsión. Sabe que un cambio depende, antes de todo, de una mínima certeza. No todos los tripulantes tienen fe. Sus músculos trabajan por dinero. Ignoran lo que significa la belleza de un acto. El casco tiembla. La chimenea esculpe una sombra en la luz. Adolf Erik sujeta con firmeza su timón. Lo que le aguarda delante es la aventura de quien cruza una puerta. 

viernes, 23 de marzo de 2012

El Sunset Limited


Nuevo libro de Cormac McCarthy. Se trata de una obra de teatro: El Sunset Limited (2006); la segunda de su carrera tras The Stonemason (1970, inédita en español). Con su reseña en Culturamas me estreno como crítica del género dramático.

Existe una adaptación cinematográfica de dicha obra. La dirigió el año pasado Tommy Lee Jones. Y la protagoniza él mimo junto a Samuel L. Jackson. Aquí os dejo el tráiler. 

miércoles, 14 de marzo de 2012

Eterno retorno



 
La Comunidad de Madrid, finalmente, convocará oposiciones este año. El número de plazas que oferta es ridículo: 190 para todas las didácticas. Llama la atención, además, el agujero negro que ha absorbido los puestos docentes de la asignatura-pilar de todo el sistema educativo: Lengua. Los matemáticos no lo tienen mejor, tampoco se cuenta con ellos. Así las cosas, mientras aumenta la ratio de alumnos en toda la Comunidad, disminuye la masa del cuerpo docente, que adelgaza año tras año, lo mismo que un enfermo terminal. Por si fuera poco, las nuevas "Instrucciones de curso" aprietan más, si cabe, a los profesionales de la enseñanza pública. El potro de la administración tira de sus extremidades otra hora, y ya van 23. Y entre tanto, interinos cualificados, expertos en sus asignaturas, están buscando el pan en otros gremios. La mayoría, incluso, ya planea marcharse de la Comunidad o del país. Hubo otra época en que también se intentó no ya estigmatizar, sino extinguir, a la comunidad docente. Los nombres de miles de profesores y de profesoras engrosaban listas interminables. Al poco, se olvidaban en las fosas comunes de los campos de Aushvitz o Treblinka. Si tuviéramos algo más de conciencia histórica, si fuéramos realmente intelectuales, a partir de mañana se paralizaría esta persecución con una huelga indefinida que restituyera nuestra imagen, nuestra dignidad y el futuro que se está borrando en el horizonte de la ciudadanía. Pero no. El sistema ha logrado su propósito. Nos ha sedado. Ha adormecido el músculo de la solidaridad, el nervio de la lucha, la piel con que nacimos para abrigar a otros y dotarles de protección. Porque hemos olvidado quiénes somos: los fieles garantes de la equidad y de la democracia. Los profesores, hoy, ya no somos ni un cuerpo. Las manos y los pies se desconocen, la sangre se sorprende al verse libre, y la cabeza... se la hemos entregado, en ofrenda, a la administración, que ya la tiene debajo de su fría cuchilla.



martes, 13 de marzo de 2012

Mi abuelo llegó esquiando

 

La narrativa finlandesa tiene un hueco, por fin, en las librerías españolas. Anagrama lleva una década publicando las delirantes novelas de Arto Paasilinna (1942); Salamandra editó el año pasado una obra soberbia: Purga, de Sofi Oksanen (1977); y Libros del Asteroide ha rescatado recientemente un libro importante en la literatura ártica: Mi abuelo llegó esquiando, de Daniel Katz (1938). Esta obra, publicada originariamente en 1969, recibió el premio J. H. Erkko (a la mejor ópera prima) del diario Helsingin Sanomat. Su autor, desde entonces, ha ido cosechando varios méritos, como el Premio Nacional de Literatura (2009).

Mi abuelo llegó esquiando fue escrita durante la Guerra de Vietnam. No parece una coincidencia. La novela relata las aventuras e infortunios de tres generaciones de una estirpe judía desde la guerra Ruso-Japonesa (1905) hasta el desenlace de la Segunda Guerra Mundial (1945). El tono humorístico del libro, las escenas absurdas, van a servir de catalizadores de un hondo desarraigo físico y existencial. Su humor arroja luz sobre el lado grave de la realidad: la injusticia, la pérdida, la muerte. Más allá de la carcajada, el autor va buscando la adhesión de sus lectores a un ideario anti-bélico, así como a la toma de conciencia de que la identidad es un concepto en crisis, doloroso e inestable.

La novela se estructura en tres bloques. El primero se centra en el abuelo bielorruso (corneta del ejército del Zar) y en su valiente esposa de origen finlandés. La historia avanza por la acumulación de anécdotas y episodios más o menos jocosos (eróticos y militares). El segundo ofrece una visión descarnada del mundo. Se localiza en el golfo de Botnia entre los años 1941-1944, en plena Guerra de Continuación, que enfrentaba a las tropas de Finlandia y la URSS tras la derrota del Ejército Rojo en la Guerra de Invierno (1939-1940). El conflicto, ahora, se inserta dentro del escenario de la Guerra Mundial (1939-1945), de modo que el hijo mayor de Benno y Wera, Arje, se ve en la paradoja de luchar contra soldados oriundos de la tierra de su padre en coalición, nada menos, que con el cuerpo de élite de la Alemania nazi, las Waffen SS. Katz explota esta situación grotesca con un humor que se va transformando en materia agresiva. La actitud desenfada del autor encubre el miedo que constriñe a los personajes, sus dudas sobre la lealtad de sus vecinos (e incluso del Estado), el pánico a la deportación a Polonia, o el deseo de huída en barco a Suecia. El último bloque del libro retoma la concatenación de recuerdos dispersos, poco o nada relacionados entre sí. Sin duda alguna, es el más flojo. Pese a todo, ofrece algunas notas interesantes sobre la visión crítica de Daniel Katz a propósito de la ocupación de tierras palestinas por parte de Israel, de los rituales judíos (la circuncisión) y de la inacción de quienes dan sus vidas por perdidas y se dejan atrapar, asfixiar como peces desvalidos, por una red impuesta.

 Daniel Katz

Mi abuelo llegó esquiando hará las delicias de los lectores que gusten de las obras cómicas con trasfondo grave, de las películas de Woody Allen o del teatro de Mihura. Eso sí, con el añadido de un entorno enigmático: la distante y desconocida Europa septentrional.

martes, 6 de marzo de 2012

Siete años

Peter Stamm
 
Tras la publicación de las novelas Agnes (2001), Paisajes aproximado (2005), Tal día como hoy (2007), y de los libros de relatos Lluvia de hielo (2002), En jardines ajenos (2006) y Los voladores (2010), Peter Stamm lanza un nuevo libro: Siete años. Su reseña, en La Tormenta en un Vaso.

jueves, 1 de marzo de 2012

El común de los mortales

Jorge Riechmann
 
A finales del año pasado Jorge Riechmann publicó en TusQuets El común de los mortales. Mi reseña del libro puede leerse en Culturamas.